El presidente haitiano estuvo nueve horas en República Dominicana, durante las que se reunió con el presidente Leonel Fernández, visitó la sede de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y dictó una conferencia en la Fundación Global Democracia y Desarrollo.
La visita del Gobernante haitiano es una vofetada a los planes de los sacerdotes Pedro Riquoy y Cristopher Hartley, quienes han estado difundiendo en Francia y Miami, Estados Unidos, un documental sobre una alegada esclavitud de haitianos en los bateyes dominicanos.
Por suerte, en los últimos días el Gobierno ha estado llevando a cabo acciones importantes para contrarrestar esa infamia y prácticamente ha desarmado a los difamadores, además de que personalidades y sectores sensatos ligados a la comunidad haitiana en República Dominicana se han encargado también, motu propio, de desmentir semenjande calumnia.
Lo cierto de todo esto es que los haitiano viven en República Dominicana en las mismas condiciones que los dominicanos de su clase, y, contrario a lo que propalan Hartley y Cristopher, los haitianos andan con toda su libertad y son tratados como hermanos por los dominicanos.
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